Cómo Superar los Bloqueos Creativos
Campaña publicitaria para Tipp-Ex, con vídeos para internet de aspecto cómico. El cazador se niega a disparar al oso, saca un brazo por la ventana del vídeo, coge el bote de Tipp-Ex que hay en el anuncio contiguo, borra la palabra «dispara» del título e invita a los espectadores a que la sustituyan por la palabra que quieran.
Existe una serie de factores que pueden bloquearnos e impedir que tengamos ideas o que encontremos soluciones alternativas. A veces se trata de factores externos, fuera de nuestro control, pero a menudo son circunstancias personales o cuestiones que se hallan dentro de nuestro alcance y que podemos cambiar o adaptar. Una destreza creativa fundamental es ser conscientes de esos bloqueos y saber romper con ellos o sortearlos.
Esquemas Mentales.
Uno de los bloqueos creativos más significativos es lo que se conoce como «esquemas mentales», que desencadenan patrones de pensamiento rutinario que abordan problemas de forma muy trillada, de forma que generan ideas y soluciones carentes de originalidad o de factor sorpresa.
Cuando tenemos que solucionar un problema, instintivamente volvemos la vista atrás, hacia asuntos similares resueltos en el pasado, de forma que adoptamos medidas viejas para resolver problemas nuevos. Nuestra mente adopta este modo de solucionar problemas porque lo reconoce como un método que en el pasado ha tenido éxito, por lo que probablemente vuelva a dar una respuesta satisfactoria. La pega principal de este patrón de respuesta es que los métodos más frecuentes de resolución de problemas acaban proporcionando una solución que difícilmente será distinta de las anteriores y que, casi con toda probabilidad, no supondrá una gran innovación creativa.
Si te centras demasiado en cómo son las cosas, tendrás menos posibilidades de imaginar cómo podrían ser.
Uniformidad.
Imagina que te han encargado desarrollar una campaña publicitaria para una importante marca de teléfonos móviles. Posiblemente lo primero que hagas después de leer el briefing sea remitirte a los anuncios de teléfonos móviles que hayas visto en el pasado. Después, es muy probable que tus primeras ideas se parezcan mucho a cualquiera de los otros anuncios. Hay mucha publicidad simplona por ahí suelta. Incluso hay ciertos tipos de productos y servicios que se caracterizan por tener un estilo publicitario y un modo de comunicar el mensaje algo uniforme. Tal vez con la ayuda de las herramientas y propuestas de este post no caigas con demasiada frecuencia en esta trampa.
Lógica.
El pensamiento lógico tiende a ser lineal y secuencial en su modo de abordar los problemas. Se toman decisiones mediante un proceso analítico y deductivo basado en experiencias pasadas y metodologías probadas. Esta forma racional de ver las cosas deja poco margen para el pensamiento divergente o para que surjan enfoques que no puedan justificarse en su totalidad. La lógica hace que el creativo asuma la responsabilidad de justificar cada una de las direcciones que decide explorar. Sin embargo, algunas de las ideas más creativas aparecen explorando rutas y caminos que no tienen una explicación lógica. La mejor explicación que puede dar un creativo para justificar una idea concreta es algo así como «tengo la corazonada de que podría funcionar» o «creo que podría ser interesante probar y ver cómo va». Muchas veces los creativos no saben justificar o razonar con precisión por qué decidieron explorar una línea de pensamiento concreta. Puede que sea cuestión de suerte o de intuición.
Miedo al fracaso y temor al riesgo.
El miedo al fracaso es uno de los factores que con mayor frecuencia nos impiden tener grandes ideas. Nos puede imponer la opinión de los demás, que podrían pensar que nuestra idea es ridícula. También podemos tener miedo de que la implementación de nuestra idea tenga consecuencias desastrosas o embarazosas. Aunque el temor al riesgo limita las posibilidades de fracaso, también limita las posibilidades de que surjan ideas verdaderamente creativas.
Para que se nos ocurran ideas extraordinarias tenemos que estar dispuestos a la aventura. Hay muchos clientes que piden a sus agencias publicitarias que les propongan conceptos novedosos e ideas originales, pero cuando se les presentan propuestas radicalmente nuevas, se echan atrás. Una publicidad valiente necesita clientes valientes. Esto es lo que hace destacar a las marcas líderes.
Implicación Excesiva.
Pese a que al principio del proceso creativo, la investigación, la documentación y la familiarización con el problema son esenciales para allanar el terreno, es más probable que cuanta más información tengamos sobre la marca del producto o servicio, nuestra línea de pensamiento se cierre en exceso. Aunque puede ser bueno tener estos conocimientos, también puede constreñir el pensamiento lateral. Este es uno de los muchos fenómenos contradictorios que caracterizan la creatividad. Dicho de otro modo, si te centras demasiado en cómo son las cosas, tendrás menos posibilidades de imaginar cómo podrían llegar a ser.
A veces nos enfrascamos tanto en un proyecto que nos somos capaces de reconocer las oportunidades y soluciones alternativas cuando se nos presentan. Cuanto más nos acercamos a un problema, más difícil se nos hace explorar nuevos caminos, porque nuestro pensamiento se ve restringido por esquemas mentales adquiridos, de tal modo que acaban canalizándolo en una única dirección.
Llegados a este punto, hay que tomarse un respiro. A todos nos ha pasado que, en algún momento, hemos tenido que interrumpir nuestro trabajo y dejar a medias la resolución de un problema complejo. Cuando hemos vuelto a ponernos manos a la obra, es posible que nos cueste un poco retomar el asunto, sobre todo si ha pasado mucho tiempo desde que lo dejamos aparcado. Finalmente, cuando volvemos a coger el hilo, no suele ser en el punto exacto en el que lo dejamos. Esto nos obliga a crear nuevas conexiones y, como por arte de magia, empiezan a emerger esquemas e ideas que antes no habíamos sido capaces de ver.